Reflexiones sobre la crianza positiva
#Crianza – febrero 22 2013

Reflexiones sobre la crianza positiva

Hemos visto que ser mamá o papá no es una tarea fácil. Todos los días nos enfrentamos a situaciones que nos pueden alterar, además, del entorno laboral y todas las responsabilidades que tenemos como adultos. Si bien, no existe un manual que nos enseñe a ser madres o padres, disponemos de algunas sugerencias para saber poner límites a nuestros hijos sin que ello implique el uso de la violencia.

A continuación, compartimos con ustedes algunas recomendaciones de crianza para educar sin violencia a los niños, niñas y adolescentes:

1. Calmarse por un instante y reflexionar: Cuando el niño, niña o adolescente está haciendo algo que no debe, es muy fácil caer en la tentación de gritarle o pegarle, para evitar esto, los adultos pueden detenerse, respirar profundo, calmarse y haciendo uso de una pequeña pausa para pensar de manera distinta sobre los hechos. En ese momento de reflexión, sería interesante plantearse algunas preguntas, como: ¿Estoy esperando una conducta acorde a la edad de mi hijo o hija?, ¿De qué otras maneras, a través de juegos o actividades recreativas, podría transmitirle el mensaje para que pueda entenderlo?

Es a partir de estas interrogantes, que las madres y los padres podrían pensar mejor cómo están ejerciendo su autoridad y como están siendo vistos y captados por sus hijos e hijas.

2. Conversar con el niño, niña, o adolescente sobre lo que está bien y lo que está mal: Con esta actividad los adultos deben determinar de manera serena, clara y precisa, cuáles son aquellas conductas deseadas, y a partir de allí, comunicarse con sus hijos e hijas, para que así ellos estén en la posibilidad de saber lo que esperan sus padres que haga o deje de hacer.

3. Demostrar con un gesto de afecto los sentimientos hacia el niño, niña o adolescente: Definitivamente los gestos de afecto son determinantes para el desarrollo integral de los niños, niñas y adolescentes en todas las edades, por ello es recomendable que las madres y los padres puedan darle un abrazo, un beso o regalarle una linda sonrisa a sus hijos o hijas. Estos gestos de cariño le brindan al niño la sensación de calma y tranquilidad, lo cual facilita el acercamiento para conversar sobre las conductas que deben cambiar o mejorar.

4. Refuerzo verbal de conductas positivas: Las madres y los padres, cuando el niño, niña o adolescente tiene un buen comportamiento, pueden emplear frases como: ¡Hijo te felicito! – ¡Lo lograste! -- ¡Hija estoy orgullosa de ti!, entre otras. Estas expresiones confirman y estimulan al niño, niña o adolescente en el proceso de ir aprendiendo a adaptarse al mundo que les rodea. Asimismo, a partir de estas frases, comprenden lo que sus madres y padres esperan de ellos,  y se sienten motivados a querer seguir haciéndolo de esa manera, con el fin de obtener esos reconocimientos.


Esperamos que las sugerencias antes mencionadas, sean útiles en sus hogares. Todos los niños, niñas y adolescentes necesitan del amor de sus padres, para crecer felices y convertirse en adultos íntegros, forjadores de un mejor país.

 Autora: Ilvania Martins, Asesora de Abogacía, Aldeas Infantiles SOS Venezuela