#MadreSOS
– abril 9 2010
Madres SOS culminan su primer nivel de formación
Las siete integrantes son tías SOS que provienen de la Aldea Infantil SOS Maracay, Aldea Infantil SOS Ciudad Ojeda y Aldea Infantil SOS La Cañada, quienes han decidido postularse para ser Madre SOS. La directora aprovechó la oportunidad para felicitarlas por la aventura que han iniciado y el compromiso adquirido
En el bello ambiente natural del Centro de Formación Aldeas Infantiles SOS, ubicado en el Junquito, siete mujeres iniciaron su proceso de formación para certificarse como madres SOS y asumir la gran responsabilidad de conducir un hogar y guiar las vidas de los niños, niñas y adolescentes que estarán en futuro bajo su cuidado, amor y protección.
Este grupo que representa la octava promoción de madres SOS convivió durante tres semanas y participó en talleres de autoestima, valores, control de grupo y otras dinámicas para la expresión corporal que contribuyeron en su crecimiento personal y preparación para titularse en su nueva profesión: Maternidad Social.
“Yo creo que para ser madre hay que tener instinto, pero también se aprende. No es tan fácil, ni tan difíc“Yo creo que para ser madre hay que tener instinto, pero también se aprende. No es tan fácil, ni tan difícil, lo importante es estar abierta para aprender, por eso estos conocimientos me los llevo para toda la vida”, expresa Fátima Ruiz, una de las participantes.
Durante el tiempo compartido fueron importantes las actividades que apoyaron el desarrollo personal para potenciar el autoconocimiento, la autoestima y los valores; el desarrollo interpersonal para las habilidades sociales y la comunicación; y el desarrollo laboral, según el cual adquieren conocimientos en temas tales como medidas de salud e higiene en el hogar, la alimentación familiar, el manejo conductual de los niños, niñas y adolescentes, entre otros.
Asimismo, recibieron información sobre los derechos humanos y de los niños, niñas y adolescentes, los fundamentos de la filosofía de Aldeas Infantiles SOS, su misión, visión e historia.
Marlene Yánez, también tía SOS, agrega que no hubo tiempo que perder durante los 21 días transcurridos y aunque fue bastante arduo el trabajo siempre había energía en el grupo. “Hicimos exposiciones individuales y talleres bellísimos como el de Conócete a ti misma, que me gustó mucho porque se profundiza en uno mismo y eso te sirve para cuando llega el trabajo con los niños”.
Lucy Machado agregó: “Fueron 21 días de unión y aunque tenemos nuestras características personales todas nos esmeramos en aprovechar el tiempo para adquirir herramientas, como por ejemplo el desarrollo de la tolerancia que es tan importante para criar a los niños, niñas y adolescentes”.
Formación integral
Como complemento se han incorporado otras experiencias de aprendizaje para brindar una formación integral, las cuales se han convertido en un apoyo pedagógico esencial para que las participantes puedan asumir los retos que implicará su labor como madres SOS.
Por ejemplo, el desarrollo de talleres de danza, han servido como vehículo para la expresión de sentimientos y el contacto personal para el desarrollo emocional y psicosocial.
En esta oportunidad las participantes tuvieron tres clases de danza con su facilitador Romny Isturiz, director del Taller Danza Sin Fronteras, con quien prepararon la pieza que presentaron en el cierre del primer nivel. A través de la danza contemporánea, con mucha libertad en su movimiento y pocas instrucciones previas el grupo, construyeron un homenaje a la Madre Tierra donde los colores de las telas y las velas que usaron simbolizaban los cuatro elementos esenciales (agua, tierra, fuego y aire). Al final, con su canto y su danza, honraron la tierra que nos cobija, Venezuela.
“El entrenamiento es permanente y ahora deberán completar otros tres niveles que cursarán posteriormente, para hacer un total de cuatro, y luego pasar un año como responsable de familia con lo cual concluirá su proceso de certificación”, explica Eugenia Alcalá, directora del Centro de Formación.
“Angie, Fátima, Jenny, Karina, Lorena, Lucy y Marlene, quiero felicitarlas por haber completado exitosamente su primer nivel. Recuerden que nuestro Centro de Formación se convierte en un mini laboratorio de cómo nos comportamos y cómo somos en la vida real y, sobre todo, en la vida en las Aldeas. Por eso, reconozco en ustedes las maravillosas virtudes y fortalezas que afloraron durante estas tres semanas y las invito a seguir trabajando en los aspectos que haya que mejorar”, concluyó la directora del Centro de Formación.